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viernes, 13 de julio de 2012

La máquina que apagaba el fuego con sonido.

Si, asi es ....  Leyeron bien !!!.


Unos altavoces con la potencia adecuada y con el empleo de determinadas frecuencias pueden ahora conseguir algo que quizá nunca habías imaginado: apagar el fuego. Ni agua ni extintores llenos de sustancias químicas misteriosas, nada como un buen golpe de sonido para controlar las llamas. Como casi siempre en estos casos el ingenio procede de la Agencia para el Desarrollo de Proyectos Avanzados de Defensa estadounidense, DARPA. Ojito con estos, inventaron Internet. Podéis ver cómo funciona este sistema en el vídeo que os ofrecemos a continuación.

Es uno de esos casos en los que conviene recordar la mítica frase del ingeniero, divulgador científico y escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke: “cualquier tecnología lo suficientemente avanzada resulta indistinguible de la magia“.

Y es que no de otra forma puede describirse el efecto que produce una emisión sonora (osea, un ruido) por parte de estos dos altavoces sobre una llama que está en combustión entre ambos. No sabemos a cuántos decibelios porque estos militares son muy reservados para sus cosas.

Si recordáis las clases de Física en el colegio, el sonido son unas ondas que se desplazan por el aire. También por otros medios como el agua y objetos sólidos, aunque en función del medio por el que se desplacen lo harán de una forma más o menos rápida pero también en función de la intensidad del sonido esta onda afectará al medio por el que se desplaza.

Y aquí es donde llegan las lumbreras de DARPA y deciden (con buen criterio) meterle un viaje sónico a una llama. Las ondas sonoras afectan al aire en el que se produce esa combustión, “adelgazándolo”. El campo acústico recibe una amplificación progresiva y el efecto es que se incrementa la velocidad del aire lo cual aligera la zona en la que tiene lugar la combustión. En ese punto la llama resulta más sencilla de apagar. Al mismo tiempo la onda sonora perturba la superficie del líquido en combustión aumentando la vaporización del mismo, lo que ensancha adicionalmente la llama, contribuyendo igualmente a que esta sea más delgada, menos concentrada y por tanto disminuye su temperatura y se facilita la extinción.

El sistema serviría para entrar en funcionamiento en cubículos de reducido tamaño, tales como cabinas de aviones. Habrá que ver el efecto que causa sobre el ocupante. Por si acaso no probéis en casa a colocar el 5.1 rodeando la chimenea a ver si conseguís apagarla subiendo el volumen a tope.
Esperemos que no tarden mucho en perfeccionar el sistema y apagar los incendios que tristemente asolan los bosques sea cuestión de pasear por encima un par de helicópteros, aunque quizá si lo hagamos ya con altavoces reproduciendo los grandes éxitos de Alex Campos al menos ahuyentemos a los pirómanos. ─[Wired]

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